domingo, 25 de septiembre de 2016

La Historia Interminable : Descripciones.

Blubb, el fuego fatuo.

Blubb es un fuego fatuo, es decir, como el fuego de un farol pero que está vivo y es de color azul eléctrico. Se desplaza dando saltos.

Úckuck, el diminutense.

Úckuck es un diminutense y como su propio nombre dice es muy pequeño, no llega al medio metro y como máximo esta especie mide 60cm. Se desplaza en un caracol de carreras.

Vúschvusul, el silfo nocturno.

Un silfo es a mi parecer un ser parecido a un duende, también es pequeño, de color rosa, pelo negro y ojos del color de la luna. Se desplaza en murciélago.

Pyernrajzark, el comerrocas.

Yo creo que es como un cíclope gris y su color grisáceo se debe a comer rocas. Se desplaza en bicicleta de piedra que más tarde se la come.

Atreyu.

Es un muchacho de unos 10 años con el pelo negro azulado recogido en una trenza y tiene la piel verde aceitunada, sus ojos son oscuros y en sus facciones no se nota ninguna emoción, lleva unos pantalones largos y unos zapatos de cuero blando de búfalo. Su nombre significa "Hijo de Todos" ya que lo criaron todos los hombre y mujeres del pueblo porque a sus padres los mató un búfalo.

Los tres troles.

Los tres son troles de la corteza, es decir, que si se quedan quietos parecen árboles.

Primer trol.

A éste le faltan las piernas y la parte inferior del cuerpo, por ello tiene que andar con las manos.

Segundo trol.

Éste tiene un enorme agujero en el pecho que se va extendiendo.

Tercer trol.

Éste más que trol es medio trol ya que le falta la mitad izquierda del cuerpo y va caminando a la pata coja.

Ygrámul.

Yo me imagino a Ygrámul como un gran gigante tapado por una niebla grisácea, muy espesa. Lo llaman el múltiple, yo creo que porque es capaz de transformarse en lo que desee, ya sea un ser de Fantasia o no.

Esfinges.

"Y Atreyu vio que, junto a esa pilastra, erguida y totalmente inmóvil a la luz de la luna, había una imponente esfinge. Sus patas delanteras, en las que se apoyaba, eran de león, la parte trasera de su cuerpo de toro, en la espalda tenía unas poderosas alas de águila y su rostro era el de un ser humano... por lo menos en cuanto a la forma, porque su expresión no era humana.

Era difícil saber si aquel rostro sonreía, o reflejaba una tristeza inmensa o una indiferencia total. A Atreyu, después de haberlo contemplado durante un rato, le pareció lleno de una maldad y una crueldad abismales, pero enseguida tuvo que corregir su impresión al no encontrar en él más que serenidad".